Esta semana, el tribunal de Villefranche-sur-Saône juzgó a dos hermanos.
El 16 de diciembre, a media tarde, irrumpieron en una peluquería de Belleville-en-Beaujolais para sacar a la fuerza a un empleado y golpearlo en la calle. Sin vida en el suelo tras ser noqueado, la víctima había recibido nuevos puñetazos y patadas (4 días de ITT). Se había exhibido un cuchillo para evitar que los transeúntes intervinieran.
Los dos hermanos reprocharon al joven haber dejado un comentario negativo sobre la peluquería en la que trabajaba antes de ser despedido por los repetidos retrasos. Pero también por haberle exigido la retirada de fotos de peinados que había realizado de las redes sociales.
Frente a los jueces, los hermanos Caladois, de 26 y 28 años, explicaron que habían caído en una emboscada y simplemente se defendieron. Una tesis descabellada, destruida por las cámaras de CCTV que filmaron toda la escena.
Si se hubieran requerido 18 meses de prisión, ambos fueron condenados a 14 meses, con prisión continua según el país. También tienen prohibido entrar en contacto con su víctima durante 3 años.
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