Empezando por una polémica ligada a las celebraciones bailables de Vinícius Júnior, el derbi madrileño se encontró en un giro mucho menos baladí, cuando el brasileño se convirtió en blanco de los insultos racistas de la afición atlética. Suficiente para soplar un viento de indignación en España, atrapada en su propia trampa de sobremediatización.
Con el pitido final del Derbi madrileño la noche de este domingo (victoria del Real Madrid por 1-2), los abucheos atravesaron las gradas del Civitas Metropolitano. Entre la frustración por la derrota y el aborrecimiento del rival, la hinchada atlética se entregó especialmente a la alegría de regañar a Vinícius Júnior, víctima, a su pesar, de una polémica que mezcla replanteamiento autoritario y tintes de racismo exacerbado.
Triste, pero habitual
Para entender lo que primero se le reprocha al Auriverde hay que remontarse al viernes 16 de septiembre. Presente en el micrófono de Movistar antes del partido, Koke, capitán del Atlético, es cuestionado por los bailes a veces provocativos de Vini, en concreto durante el último triunfo merengue, ante el Mallorca (4-1): «Si mete un gol y me decide celebrarlo bailando, es su decisión. Cada uno tiene su manera y celebra los goles como quiere […] Después, si hace esto delante de nuestra afición, en el Wanda, puede haber problemas, eso seguro. Y es incluso un poco normal. Una respuesta correcta, que Álvaro Morata llegó a completar con calma: “Vinícius es un buen tipo, que no tiene absolutamente ninguna intención de ofender a la gente. Y luego, cada uno celebra sus goles como quiere, siempre que sea respetuoso con nosotros, los jugadores y nuestra afición. Nada que decir, hasta el frenesí mediático. Característica en España.
Efectivamente, las palabras de Koke son retomadas en todos los ámbitos ibéricos, descontextualizadas y rápidamente transformadas en una advertencia directa dirigida a Vinícius Júnior. El efecto dominó de las redes sociales no ayuda, la polémica crece y da vueltas en El Chiringuito: “¡Koke tiene razón! Vinícius debe respetar a los demás. Si quiere bailar samba, que vaya al sambódromo. En un campo de fútbol debe respetar a los contrarios y no jugar al macaco. Firmado Pedro Bravo, agente de jugadores y presidente de la Asociación Nacional de Agentes de Jugadores de España (AEAF), estas pocas frases acaban por convertir el embrollo en un discurso intolerable.
Marioneta y animalización
Apoyado por sus compatriotas (Pelé, Neymar o incluso el Raphinha del Barcelona) y otros futbolistas, Vinícius Júnior se encargó de hablar a través de un comunicado de prensa: «En una sola declaración, fui víctima de todo lo que puede conllevar la xenofobia y el racismo. Si bailo cuando marco, es para expresar mi alegría y celebrar la diversidad cultural del mundo. Ahora bien, ya sea que acepten, respeten o, por el contrario, odien esto, no voy a detenerme. “Una respuesta lógica, que no mitiga sin embargo la estupidez de ciertos hinchas del Atlético, ávidos de utilizar el caso como trampolín para su ideología extremista. A pocas horas del inicio, frente a la grada sur del Metropolitano, el “¡Vinicius eres un mono, eres un mono! (“¡Vinícius, mono!”) en VF) fueron coreadas a viva voz por una franja lamentable del club colchonero, mientras otros exhibían un títere con aspecto de primate, vestido con una túnica del Real Madrid.
CÁNTICOS RACISTAS CONTRA VINICIUS de cientos de aficionados del @Atleti a las puertas del Metropolitano:»Eres un mono, Vinicius eres un mono».FUERA LOS VIOLENTOS Y RACISTAS DEL FÚTBOLVideo @chema_medina #AtletiRealMadrid pic.twitter.com/KoHSNrtd3G
— Tiempo de Juego (@tjcope) September 18, 2022
Un triste paso atrás para los aficionados rojiblancos, muchas veces catalogados por su sólida cercanía a las ramas de la extrema derecha española. El Frente Atlético, grupo ultra disuelto en 2014, sí ha dado mucho que hablar por oscuros motivos, llegando incluso a asesinar a Aitor Zabaleta y a “Jimmy”, simpatizantes de la Real Sociedad y del Deportivo de La Coruña respectivamente, etiquetados en la izquierda. A pesar de su disolución, algunos miembros del grupo siguen llenando las gradas del recinto, sugiriendo, aquí y allá, banderas confederadas u otros símbolos tendenciosos. La gota demasiados, para una prensa consciente de haber llenado la máquina de discos con las piezas equivocadas.
Pedro Bravo en la delantera: «Quiero disculparme por lo que dije», dijo el agente en un comunicado. Mi comentario no tuvo base racista y de ninguna manera apuntó a la persona de Vinícius Junior. Cuando hablé de «macaco», me refería a la noción de «loco», no a la animalización. “La misma historia por parte de Josep Pedrerol, presentador de El Chiringuito: “Pedro Bravo pidió perdón, y yo también lo pido. Estimados espectadores, si este caso los ofendió, me disculpo rotundamente. Si eres una persona negra, te pido disculpas. Si eres una persona blanca, te pido disculpas. Lo más lamentable, obviamente, que Vinícius Junior se haya visto personalmente afectado. Pero quiero decirle una cosa: España no es un país racista. Hay carroñeros, es cierto, pero de ninguna manera compartimos sus valores. Y como tal, pido disculpas en nombre de la prensa local, porque no hemos hecho bien nuestro trabajo al inflar la controversia. Al igual que sus vecinos europeos, España no ha escapado a los horrores del fútbol y su estupidez. La indignación suscitada habrá estado afortunadamente en el punto álgido de la polémica, como para recordar que muchas veces el bien acaba ganando. Para deleite de los amantes de los juegos, Vinícius Junior en cabeza.
Por Adel Bentaha