Trabajar en Cindy Coiffure no hace infeliz a Clara. Pero tampoco feliz. Madame Habib, la propietaria, tiene ideas de otro tiempo que se adaptan bien a su clientela de edad avanzada. Clara se lleva bien con sus colegas, convive con un lindo gato blanco que casi la tolera. Sus amigas se enamoran de su novio. JB es guapo, atlético y además tiene el trabajo con el que sueñan los niños pequeños, bombero. En resumen, se pregunta: «¿Alguna vez seremos más felices que eso?» Y, en el momento en que se dice a sí misma, y con ella al lector, que es urgente que pase algo, que pase algo. Un apuesto desconocido viene a cortarse el pelo. No se la quita en su Ferrari -o en su Kawasaki, si se prefiere- sino que se olvida de un libro. El extraño título, En busca del tiempo perdido, le recuerda algo. Ella trata de leerlo. “Escribir tantas palabras para decir que no puede dormir: este tipo tiene un problema. Un día, Clara reabrirá este libro, leerá: «Todo giraba a mi alrededor en la oscuridad, las cosas, los países, los años». Ella no lo cerrará de nuevo.
La vida de Clara cambiará, sospecha el lector. ¿Pero en que? Lo descubrirás leyendo este vibrante y divertido homenaje a la lectura, este conmovedor llamamiento a los proustianos y proustianas del mañana, desde los salones de peluquería hasta los de la duquesa de Guermantes. UN.
