El túnel ferroviario bajo el Mediterráneo vuelve a estar sobre la mesa del Gobierno español. El presupuesto de 2023 prevé liberar 750.000 euros para poner en marcha el proyecto.
es una idea 40 años de edad que nunca llegó a buen término. Uniendo Marruecos con España por ferrocarril, el proyecto se relanzó en 2007 y luego se detuvo en seco por la crisis económica. Reaparece 15 años después. El Gobierno de Pedro Sánchez reservará una dotación de 750.000 euros para un estudio de viabilidad del proyecto, que se encargará a una empresa pública. El objetivo anunciado: dar “el paso definitivo” para estar en condiciones de poner en marcha las obras.
La nueva vía férrea tendría un recorrido de 42 kilómetros que uniría Europa con África en media hora, a través del Estrecho de Gibraltar. y en el modelo del Túnel del Canal. La empresa pública a cargo del estudio indicó que efectivamente se trataba de un “relanzamiento del proyecto”. Añadió que también había recibido fondos europeos del plan de recuperación para estudiar nuevas infraestructuras.
La amistad hispano-marroquí en primer plano
Este estudio de viabilidad debería actualizar el proyecto, que había permanecido en los cajones de los dos países durante décadas, y ahora puede contar con innovaciones recientes en el sector de la construcción submarina. Innovaciones calificadas de “espectaculares” por el ejecutivo español.
En Bruselas se vigila de cerca la nueva conexión por su interés geoestratégico, sin que forme parte de las prioridades de la Unión Europea. Y en España cuesta creer en la realización de la túnel bajo el Mediterráneo. En efecto, habrá varios escollos: la financiación y la complejidad de tal construcción, pero sobre todo la necesidad de una voluntad política bien alineada, en un contexto de amistad recién redescubierta entre Rebaja un Madrid.
